jueves, 12 de enero de 2012

La sardina malvada

Un día en pleno verano en la ciudad de Málaga, estaba Tomy comiendo sardinas con su familia, en un chiringuito de la playa, cuando el abuelo Luis se atraganto con la espina de una sardina. Papa se levanto corriendo para hacerle el masaje cardíaco, lo cogió abrazándolo por la espalda presionando hacia el y...¡cataplum! La espina salio de la garganta del abuelo, pero...¿y el abuelo?¿como se encontraba? El abuelo Luis se había convertido en...un GATO!Nadie sabia que había ocurrido, la gente de las mesas de alrededor miraban sorprendidos sin saber lo que habían visto.


Mientras toda la familia pensaba, pensaba y pensaba, el Gato se comía los restos de las sardinas que había en el plato. La familia se echo a reír en un momento de tensión y a Tomy le gustaba tener un gato domestico aunque...el abuelo era mejor compañía. Y ¿que había ocurrido con el abuelo?Por lo visto esa raspa era diferente al resto de sardinas, estaba hechizada! El abuelo Luis apareció en Madrid a muchos kilómetros de donde se encontraba. El gato que estaba comiendo en su comedero...¡cataplash!¡desapareció! y allí se encontraba el abuelo Luis comiendo comida de gato!La familia sorprendida de lo que había ocurrido le preguntaron a Luis de donde venia y...aclarando las dudas Luis volvió a su casa con toda normalidad.


La familia mientras regresaba el abuelo les preguntaron a los cocineros que ¿que les pasaba a las sardinas?y les contaron que esa madrugada trabajando los pescadores vieron a una sardina que brillaba con esplendor ¡impresionante!, pero las sardinas cuando fueron llevadas a la cocina se perdieron de vistas y fueron fritas todas por igual. Pero Tomy se preguntaba...¿Pero...porque un gato madrileño?


La leyenda dice que ese gato tenia un conjuro sobre el por la antigua dueña del gato, que por lo visto era hechicera...

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